Sabemos que volar con climatología adversa puede suponer problemas adicionales durante los vuelos, sobretodo en cuestiones de visibilidad. Por esa razón hemos querido hacer este artículo que te ayudará a entender estas situaciones tan incómodas como poco seguras. La mayoría se dan durante el despegue y aterrizaje en el aeropuerto, aunque pueden extenderse también a otros fases del vuelo.

¿Cuáles son los riesgos de volar con climatología adversa?

En el caso de que las condiciones climatológicas no sean las adecuadas, es posible que te encuentres a alguna de las siguientes situaciones. A continuación vamos a describir cada una de ellas para conocer todas sus particularidades.

Tormentas

Las tormentas son una de las inclemencias del tiempo que más pueden afectar a un vuelo. En este caso, hablamos de nubes, turbulencias y tormentas que pueden llegar a evitarse si se detectan por radares. Los problemas que ocasionan son fundamentalmente las turbulencias, así como otros problemas derivados de las precipitaciones, como el engelamiento. En función de la gravedad de la situación, podrías considerar el hecho de evitar el aterrizaje o retrasar el vuelo.

Engelamiento

El engelamiento es otra de las situaciones que pueden acontecer en vuelo. Este fenómeno se produce cuando el líquido que se encuentra a temperaturas negativas, se congela de forma inmediata al  impactar con el avión. El riesgo fundamental en este caso se centra en la superficie de la aeronave, especialmente en las alas, hélices y tomas de aire de los motores.

No obstante, frente a estas situaciones poco hay que alarmarse. Para nuestro alivio, los aviones disponen de sistemas especiales que previenen y evitan los problemas derivados del engelamiento.

Lluvia o granizo

Las precipitaciones, tales como lluvias o los granizos, también pueden ocasionar inconvenientes sobre los aviones. En este caso, el problema radica en que grandes masas de agua líquida o congelada pueden entrar en los motores. Aunque, de nuevo, los aviones están preparados para volar a través de grandes cantidades de agua sin que esto suponga un efecto negativo sobre el vuelo. No obstante, especialmente cuando se trata de tormentas u otras inclemencias que pueden detectarse en el radar, lo más prudente es evitar el vuelo en esas zonas de actividad meteorológica.

Viento

Otro de los factores a considerar, muy relacionado precisamente con tormentas, es el viento. Ahora bien, durante el vuelo a velocidades tan elevadas, los vientos apenas afectan a la trayectoria, salvo casos muy excepcionales. Sin embargo, esto sí puede suponer alguna modificación durante el aterrizaje. A medida que la aeronave se acerca a la pista de aterrizaje, el viento pasa a afectarla en mayor medida. Esto ocurre porque la velocidad del avión disminuye al aproximarse a tierra.

No obstante, esto no tiene que suponerte un problema. Los pilotos están entrenados para utilizar diferentes técnicas que ayudan a maniobrar. Podrás, entre otras cosas, corregir el rumbo, ajustar la potencia de los motores, ascender, etc.

Rayos

Por último, veremos el caso de los rayos. Durante las tormentas eléctricas, es posible que observes rayos, sin que esto suponga un problema para el vuelo. Por lo tanto tampoco hay necesidad de alarmarse. De hecho, el que un rayo alcance un avión no es algo tan inusual, pues sucede con cierta frecuencia. Ahora bien, las aeronaves están diseñadas de tal manera que ese rayo que alcanza la cubierta exterior del avión se descargue por completo sin afectar al interior. Además, todos los sistemas electrónicos de los que dispone el avión están protegidos frente a ello.

En resumen, todos estos factores que pueden ser perjudiciales para el vuelo, no lo son tanto, por lo que no tienes por qué temer volar en estas condiciones. Sin embargo, sí queremos comentarte algunas pautas que deberías seguir para evitar que se produzcan daños.

volar con mal tiempo

Consejos para disminuir riesgos al volar con mal tiempo

En primer lugar, tienes que tener en cuenta que la predicción meteorológica es fundamental. Si observas que la seguridad del vuelo puede estar comprometida, lo mejor es aplazarlo durante algún tiempo. Será mejor hacer frente a la situación en otro momento más favorable.

En caso de que las inclemencias aparezcan durante el vuelo, lo mejor sería evitarlo cambiando la trayectoria de vuelo. Sin embargo, es cierto que los aviones están preparados para afrontar estas condiciones, aunque no de forma ilimitada. Resumiendo: solo estarías seguro durante un tiempo de vuelo determinado. Por eso, es necesario evitar en la medida de lo posible que el avión esté en contacto con condiciones meteorológicas poco favorables.

A modo de resumen, comentarte que la planificación del vuelo es esencial para prevenir daños mayores. A pesar de esto, la seguridad de los pasajeros y tripulación está garantizada en todo momento, pues los aviones están más que preparados.

En definitiva, cuando es necesario volar con climatología adversa deberías tener algunas consideraciones adicionales, debido a los problemas asociados que pudieran surgir. Esperemos que este artículo te haya resultado útil y que puedas poner en práctica los consejos durante los próximos vuelos.